jueves, 15 de julio de 2010

La Arquitectura

Arquitectura


Teatro Colón de Buenos Aires.

La arquitectura se remonta de la llegada de los españoles a Argentina, pero en el siglo XVIII, tuvo una gran repercusión, y la gran influencia italiana ayudaron a construir patrimonios de la humanidad, componiendo modelos neoclásicos franceses hasta en el siglo XX, después de la mitad del siglo XX, Argentina quiso buscar un estilo propio de arquitectura.

El Arte

Arte

El arte precolombino encuentra motivos de interés en la cultura de los diaguitas, y especialmente la cerámica de los calchaquíes, que se ubicaban en Tucumán y Santiago del Estero, a partir de la colonización los españoles consolidaron durante varios siglos el arte.

El Pensamiento

Pensamiento

Domingo Faustino Sarmiento.

Tras una primera etapa de búsqueda y profundización en las raíces, el pensamiento argentino intentó descubrir la esencia del ser nacional a partir de las diversas influencias de procedencia europea y de las raíces americanas.

En el siglo XVII los pensadores jesuitas de la Universidad de Córdoba se dedicaron a recoger y desarrollar las ideas de Francisco Suárez y la escolástica, que habrían de tener una línea de continuidad en la historia de la filosofía argentina a través del pensamiento cristiano y neotomista. En el siglo XVIII se fueron difundiendo las ideas de la Ilustración europea y los planteamientos de Montesquieu, Rousseau, Locke, Leibniz, David Hume, Feijoo, etc., encontraron eco en autores como Cayetano Rodríguez y Elías del Carmen Pereira. La influencia francesa se acentuó después de la independencia.

Desde el utopismo de Esteban Echeverría, el naturalismo de Domingo Faustino Sarmiento, el empirismo de Juan Bautista Alberdi, el materialismo dialéctico de Carlos Astrada, el tradicionalismo de Leonardo Castellani, el historicismo de Rodolfo Mondolfo, el evolucionismo de José Ingenieros o la filosofía personalista de Emilio Estiú, el pensamiento argentino siguió una línea de reflexión e indagación que no se limitó a reproducir y desarrollar los grandes sistemas de la filosofía europea sino que intentó aportar un sello original a la herencia cultural occidental y tradicional.

Dentro de la actividad intelectual cabe destacar también la importante labor investigadora efectuada por argentinos en todos los campos de la ciencia, y especialmente en los de las matemáticas Julio Rey Pastor, Enrique Butti, la medicina; Bernardo Houssay (ganador del premio Nóbel de medicina en 1947), Enrique Finocheto, Gregorio Aráoz Alfaro, en química; Luis Leloir, (ganador del premio Nóbel en 1947, y filosofía de la ciencia; Mario Bunge.

La cultura Argentina

La Cultuta Argentina es diversa. Argentina es un país pluricultural, como consecuencia de la variedad geográfica y la presencia y combinación de las muchas identidades tecnicas de los grupos que fueron contribuyendo a su población.


La historia de la literatura ha conocido en la Argentina un proceso de desarrollo que partió de las raíces hispanas, buscó formas de expresión nacional y popular y llegó a la consolidación de grandes personalidades literarias de categoría internacional.

Juan Baltazar Maziel y los autores anónimos de sainetes (como El amor de la estanciera) y Cielitos, prefiguraron el costumbrismo y nacionalismo de la literatura gauchesca que florecería en la segunda mitad del siglo XIX. Esta evolución hacia la expresión de un estilo nacional se apreciaba también en la poesía patriota y revolucionaria de la época independentista (Pantaleón Rivarola, Juan Cruz Varela). Estanislao del Campo, Hilario Acasubi y sobre todo, José Hernández, autor del poema narrativo Martín Fierro, expresaron con un estilo sencillo y vivo el carácter libre y aventurero del gaucho pampeano. Al mismo tiempo las influencias del romanticismo europeo y, sobre todos del francés, se plasmaban en la obra poética de Esteban Echeverría, quien se esforzó por transmitir un sentido didáctico y constructivo a sus seguidores, quienes contaron literatos de la talla de Leandro Ariel Pereira Altamirano, Bartolomé Mitre y Domingo Faustino Sarmiento

Segunda mitad del siglo XIX

La narrativa argentina se desarrolla a través del realismo y el naturalismo, con evidentes influencias francesas en muchos casos. Entre los novelistas de este período conocido como los hombres de 1880, destacándose Eugenio Cambacérés, Carlos María Ocantos y Julián Martel. Paul Groussac y Eduardo Wilde prepararon el camino de las vanguardias literarias a finales del siglo XIX y comienzos del XX, con Leopoldo Lugones y Enrique Larreta.


Siglo XX

En este siglo floreció la poesía y la narrativa argentina, una vez superada la herencia costumbrista y realista del siglo anterior. La poesía, que en el siglo XIX sólo había contado con algunos nombres de relieve como Guido Spano y Leopoldo Lugones, alcanzó un alto grado de originalidad y renovación creativa de la literatura universal con la obra de Roberto Arlt, Jorge Luis Borges, Leopoldo Marechal, Ernesto Sabato, Rodolfo Walsh, Francisco Urondo, Haroldo Conti, Julio Cortázar y Juan Gelman.